Su diagnóstico van desde los 4 meses a los 4 años. En algunos casos, la identificación no se realiza hasta mucho tiempo después. En algunos ocasiones, este síndrome se refleja en el electroencefalograma.
Si diagnóstico debe ser muy certero ya que puede llegar a confundirse con esquizofrenia infantil.
Pasadas ya cinco décadas desde la primera definición del síndrome autista, el diagnóstico de los trastornos del espectro autista sigue planteando dificultades importantes en un buen número de casos, y sobre todo en las edades más precoces. Las causas de este hecho debemos buscarlas, fundamentalmente, en las profundas diferencias interindividuales de la población afectada y en la descripción deficitaria de algunos síntomas, pero también en ciertos conceptos, a mi entender erróneos, con relación a los síntomas nucleares de algunas psicopatologías de inicio infantil que presentan puntos de contacto con los trastornos autistas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario